Artículos de interés, Nutracéuticos, Vitaminas

Los secretos de un cerebro sano

Compartimos con Uds. Este excelente artículo escrito por Gustavo Diez, Fundador y director de “Nirakara”, expertos en formación en mindfulness y salud mental. Diez es además, Físico Teórico (UAM). Máster en Neurociencia (UAB). Máster en Inteligencia Artificial (UPM). TDI en el Centro de Mindfulness de la Universidad de Massachusetts. Investigador y profesor de Intervenciones basadas en Mindfulness y estilo de vida.

David Snowdon encontró su laboratorio en un lugar inusual: un convento de monjas católicas en Minnesota. 678 monjas donaron sus cerebros a la ciencia. Desde 1986, el grupo de Snowdon, recabó datos de cómo envejece el cerebro humano. Las monjas tenían un ecosistema estable: su vida dedicada a la religión y a la comunidad proporcionaba las condiciones ideales para la observación científica. Lo que se encontró en el “Nun Study” cambió para siempre la manera que tenemos de entender la relación entre el cerebro y la mente.


Los investigadores tuvieron acceso a escritos de las monjas. Autobiografías que atestiguaban la historia de su vida. Los investigadores encontraron una sorprendente correlación entre la longevidad y ciertos aspectos de estas autobiografías. Cuantas más frases positivas, palabras positivas y variedad en el espectro de emociones que se utilizaban en las autobiografías, más larga tendía a ser la vida de la monja. Y al contrario, cuanto menos positividad había en la escritura, mayor era la tasa de mortalidad. La oscuridad en las palabras parecía presagiar la oscuridad en la salud.


Hoy, tenemos una mayor comprensión de cómo las sutilezas de nuestro estilo de vida y nuestro pensamiento pueden influir en la salud de nuestro cerebro a largo plazo. Y, déjame decirte, este conocimiento es más crucial que nunca.


Estamos en una carrera contra el tiempo. Se prevé que los casos de enfermedad de Alzheimer podrían triplicarse para el 2050, a menos que logremos encontrar una cura. Este es un futuro que nos impulsa a aprender más, a entender mejor y a actuar con más inteligencia.


Vamos a sumergirnos en algunos datos sobre cómo puedes cuidar de tu cerebro, cómo puedes alimentar esa maravillosa máquina que guarda tus pensamientos, tus recuerdos y tu yo.

¿Qué acelera la degradación de nuestro cerebro con el tiempo?

No sólo el envejecimiento es culpable; ciertas condiciones pueden adelantar esta erosión, acelerando el proceso del alzhéimer. La clave está en la Medicina del Estilo de Vida. Cada día, observamos nuestro cuerpo. Lo vemos en el espejo, lo sentimos moverse, cambiar, crecer. Pero el cerebro no es accesible para el ojo. Y olvidamos algo muy simple: está constantemente moldeado y afectado por nuestras decisiones diarias. Lo que comemos, cómo pensamos, cuánto nos movemos, todo influye en ese misterioso laberinto de células grises.

Al mismo tiempo, en este oculto universo de una complejidad inimaginable, se esconde el secreto de la felicidad y la desdicha. Existen guardianes del cerebro: los factores neuro protectores. Y, cada uno de estos agentes, tiene un papel crucial en la defensa del órgano más complejo del universo conocido, el cerebro. 

Estos son los 9 factores neuro protectores que más evidencia científica tienen:

1. Ocio Activo. La actividad mental, como leer, escribir, aprender nuevas habilidades corporales, como bailar tango, puede fortalecer las conexiones entre las células cerebrales y promover el crecimiento de nuevas células cerebrales, un concepto conocido como plasticidad cerebral. Esto puede aumentar la reserva cognitiva, que es la capacidad del cerebro para resistir el daño. El ocio activo es aquel que genera nuevos aprendizajes, que aporta y nutre tu existencia.

2. Reducción del estrés. La reducción del estrés puede reducir la inflamación y el estrés oxidativo en el cerebro y también puede ayudar a mejorar la salud cardiovascular. Técnicas como la meditación o el yoga, leer a los antiguos estoicos, desarrollar las fortalezas de la personalidad o cultivar relaciones sociales sanas, son útiles para desarrollar la necesaria sabiduría que nos permita lidiar con la adversidad y reducir la angustia.

3. Positividad y bienestar emocional. Hay estudios que respaldan que una actitud positiva y un buen bienestar emocional están asociados con una mejor salud cerebral y un menor riesgo de alzhéimer. Esto podría deberse a una reducción del estrés y la inflamación, y a un aumento de la actividad y las conexiones cerebrales.

 4. Control de enfermedades crónicas. El control de enfermedades crónicas, como la diabetes, la hipertensión y la enfermedad cardíaca, puede mejorar la salud cardiovascular y reducir la inflamación y el estrés oxidativo, todos los cuales pueden beneficiar la salud del cerebro.

5. No fumar y limitar el consumo de alcohol. Fumar puede dañar la salud cardiovascular y aumentar la inflamación y el estrés oxidativo, lo que puede perjudicar la salud del cerebro. El consumo excesivo de alcohol puede dañar las células cerebrales y aumentar el riesgo de alzhéimer.

6. Sustancias con efecto neuro protector. Algunas sustancias como los antioxidantes, que se encuentran en alimentos como las frutas y verduras, y los ácidos grasos omega-3, que se encuentran en alimentos como el pescado y las nueces, han demostrado tener un efecto neuro protector. Estas sustancias pueden reducir la inflamación y el estrés oxidativo en el cerebro, y los ácidos grasos omega-3 también pueden promover la salud de las células cerebrales.

 7. Ejercicio físico regular. Como no, el cuerpo humano está hecho para moverse. El ejercicio físico puede aumentar el flujo de sangre al cerebro, reducir la inflamación y el estrés oxidativo, mejorar la salud cardiovascular, estimular el crecimiento de nuevas células cerebrales y mejorar la función del sistema glinfático.

8. Dieta saludable. Una dieta rica en frutas, verduras, proteínas magras, grasas saludables (como las que se encuentran en el pescado y las nueces) y muy baja en azúcares y grasas saturadas puede reducir la inflamación y el estrés oxidativo, mejorar la salud cardiovascular y, en general, promover la salud del cerebro. Algunos estudios han sugerido que la enfermedad de Alzheimer podría estar relacionada con problemas de metabolismo de la glucosa en el cerebro, similar a la diabetes. En algunos círculos, se ha llegado a referir al alzhéimer como la “diabetes tipo 3”.

9. Aumentar la calidad de sueño. El sueño de buena calidad puede ayudar a eliminar las proteínas beta-amiloide y tau del cerebro a través del sistema glinfático y prevenir su acumulación.

Conclusión

Cuidar nuestro cerebro no es solo una cuestión de evitar enfermedades, sino de preservar aquello que nos ayuda a vivir una vida de calidad.

El “Nun Study” demostró que nuestras emociones, pensamientos y estilo de vida son determinantes no solo en la longevidad, sino también en la calidad de ésta. Hoy sabemos que lo que pensamos, sentimos y hacemos sí tiene un impacto tangible en nuestra salud cerebral.

Los nueve factores neuroprotectores que hemos explorado son herramientas que pueden ayudarnos a mantener un cerebro sano y resiliente. Y, a medida que enfrentemos una creciente crisis de salud cerebral, es vital que adoptemos un enfoque preventivo.

Nuestra mejor defensa está en el conocimiento y en nuestras acciones.